¡Ahora!

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El antes no se puede revivir, materializar, el antes es sólo recuerdo y resultado de lo que somos. El después es una ilusión, sólo un proceso mental de realización, el después no existe.

Sólo existe el Ahora. Pero lamentamos el antes y estamos ansiosos por el después;

Sufrimos por lo que nunca podrá existir, ni antes ni después; uno porque no volverá y el otro porque no existe realmente, ni siquiera en los recuerdos y mucho menos materializado, a menos claro que tengas escondida en tu habitación una máquina de viajar del futuro; no tiene? Entonces no existe.

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¿Por qué sufrimos antes y después? Porque no vivimos en el ahora.

Nadie puede considerarse inteligente ni tener un mínimo de razonamiento si no vivimos como debemos ahora, canalizando todas nuestras fuerzas, energías físicas, psíquicas y afectivas hacia el Hoy. Al final de las ecuaciones, nuestra inteligencia racial es sólo un alarde (de pavo real, jactancia – orgullo) de confesión, un lugar común. Estamos hartos de la ignorancia.

El tiempo es nuestra esposa del siglo, está en nuestras muñecas como grilletes demarcados por meses y días, horas y minutos, al fin y al cabo “no perder el tiempo” es la gran idea de la persona inteligente, “el tiempo vale oro” es el grito del opresor que deseamos ser, no tenemos tiempo para nada porque estamos construyendo nuestro DESPUÉS, y/o corrigiendo nuestro ANTES, poniendo todo en la cuenta AGORA.

Nadie vivirá el Hoy a la ligera si ese Hoy no es sólo el Ahora.

¿Por qué sufrimos por el mañana? Porque lo construimos sobre infinitas promesas, sobre deudas por pagar, sobre sueños por realizar, sobre palabras del futuro que prometimos, sobre metas que queremos alcanzar, todo esto empujamos para que se realice DESPUÉS aunque sea DESPUÉS pero este DESPUÉS no existe, sino que lo creamos como un falso dios que juega al creacionismo, construyendo este después con nuestra mentalidad raquítica generando preocupaciones y ansiedades.

El Ahora Después sólo existe en nuestras propias creaciones, generando cada día un Ahora pesado y cargado de promesas futuras que algún día llegan.

La ansiedad es esa angustia en nuestra imaginación queriendo vivir DESPUÉS en el AHORA, cuando EL DESPUÉS no existe.

Ahora,

Fabiano Moreno