No hay crecimiento sin dolor. No hay existencia sin dolor. Dolor en todos los aspectos del ser. El recién nacido, cuando su vida uterina se rompe, llora, llora mucho, llora por el dolor, el dolor del primer aliento que llena sus pulmones y esto le provoca dolor, nacemos con la señal de que duele respirar.
El dolor lo prescinde la madre, que antes de que nazca su hijo siente el dolor, la alegría del dolor que genera la vida. Siempre aprendemos que, de antemano, la alegría está plagada de dolor.
Y a lo largo de nuestra vida, a lo largo de nuestra existencia, llevamos dolores, los más diversos, el bebé que lloró de dolor después de respirar por primera vez, el adolescente que tiene dolores por la edad de crecimiento – estatura, adolescente viene de “ador- lescere”, lleva en la raíz la formación de un determinado momento de la vida, que duele crecer; Duele las articulaciones, los huesos, el cuerpo es una parte natural del proceso de la vida, duele crecer.
El dolor en la vejez es inherente a la existencia misma, es dolor por todos lados. Estos son dolores naturales, nadie escapa a ellos, la naturaleza divina muestra que la naturaleza humana sólo puede existir en los dolores. Dolor inevitable.
¿Y el proceso existencial? Duele mucho. Pasamos toda nuestra existencia dándote estos dolores, dolores de pérdida, de quiebra, dolores de traición, dolores de abandono, dolores de no correspondencia, dolores de odio gratuito, dolores de frustración, dolores de no reconocimiento […] al fin de todo lo que es perjurio, lo que queda es el dolor, no las palabras y sus significados; Las pérdidas, el abandono, las tribulaciones y todo lo demás mencionado, son sólo lo que son porque duele.
Por lo tanto, el dolor es lo que queda en resumen de todo, y lo único que tenemos para darle es con dolor, ya sea cuerpo, alma, espíritu. Incluso amar duele.
¿Cómo estamos lidiando con nuestro dolor? Si el dolor es un proceso inevitable de la existencia, ¿cuándo pasa o está dentro de mí, qué hago? ¿Cómo lo trato?
Recuerdo que hace unos días recibí en mi celular una petición de oración, el remitente pedía oración para que Dios le diera paciencia para soportar el sufrimiento que el dolor de la vida le estaba causando. Estas palabras me conmovieron. Comúnmente se piden peticiones de oración para que Dios me quite las pruebas, para que Dios pague el pago atrasado del auto, incluso oración para que Dios haga el auto más económico, ya lo he recibido!!! ¡Pero esto, paciencia para soportar el dolor!
Santiago, hermano de nuestro Señor Jesucristo dijo: “Hermanos míos, tened por motivo de gran gozo cuando os encontréis con diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia”.
Pablo, el apóstol dijo que la tribulación produce paciencia, y esta experiencia.
El creyente en Jesús debe comprender, como plena conciencia del Evangelio de Cristo, que son los dolores de la vida y en la vida los que nos hacen crecer. El crecimiento sin dolor es un mundo utópico, de fantasía, el Disneylandia de la vida, simplemente no hay ser sin dolor.
Tenemos que tomar de nuestros dolores un producto para la vida, hacer de nuestros dolores un paso de existencia, o tendremos dolores con amargura o tendremos dolores con gran alegría, la gran alegría de los dolores son individuos que comprendieron estar en Dios. El dolor no nos afecta hasta la muerte, el dolor nos afecta hasta la vida, al fin y al cabo, el proceso de crecer siempre dolerá.
Es sólo la alegría de sufrir y la comprensión del privilegio divino de decir “ay” lo que no nos permite convertir el dolor en un agujero, un abismo, una mazmorra del alma.
Di que duele cuando duele, pero debes saber que es posible tener alegría incluso en el dolor.
Felices penas en la vida, y sé un gigante entre los hombres.
En dolor,
Fabiano Moreno