Ser admitido por Dios

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“Aceptar” a Jesús no tiene nada que ver con levantar las manos. No tiene nada que ver con el acto de repetir media docena de palabras. Aceptar a Jesús no tiene nada que ver con ir a la iglesia. Aceptar a Jesús no tiene nada que ver con ser cristiano, ya sea evangélico o católico.

Aceptar a Jesús es simple en comprensión, complejo en existencia, y imposible en realización.

Sencillo de entender. Porque aceptarlo proviene del simple hecho de aceptar el absurdo realizado por mí, es un reconocimiento que no se hace con recursos humanos y mucho menos con cualquier forma de metal vil, es el reconocimiento de la miseria con la adquisición de la gracia. que viene de Él a mí. […]

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Por eso no lo acepto, jamás, mi estado de miseria no me permite tal afirmación, sólo acepto lo absurdo. El que me admitió en su gracia salvadora. Simple.

Complejo en existencia. Aunque esta admisión sea simple, vivir en Él es la acción más desafiante y virtuosa que un ser humano puede realizar en esta vida.

Porque tu aceptación por mi parte me pone ante una propuesta, que exige de mí una respuesta, la propuesta de seguirte, la propuesta de tomar la cruz. Esto exige existencia, deconstrucción de lo que fuimos es tirar al suelo todo lo que somos, y empezar de nuevo, exige vernos como personas y nada más, seguir a Jesús y como estar en una habitación rodeada de espejos y donde te mires. mírate a ti mismo, mira cómo es y descubre que a pesar del estado de miseria, estamos siendo reconstruidos en una nueva esencia, abandonando la acción instintiva del animal, desmantelando las acciones reflexivas del ser natural, y descubriendo que solo tenemos. fe.

Imposible de realizar. Nada ni nadie puede alcanzar la salvación si no viene de Dios a alguien, le preguntaron a Jesús […] ¿Quién puede entonces salvarse? – “Con el hombre es imposible, pero con Dios todo es posible.” Para ello, tenemos que abandonar al pie de la Cruz toda forma de posibilidad de salvación que proviene de mi brazo, de mi esfuerzo, de mi neurosis, y creer con vehemencia en la fe que fui golpeado por la Gracia absurda y fui admitido en la adquisición por la Sangre del Concierto, y lo que era imposible, Dios lo hizo posible, para mí, sólo para mí, y para ti, sólo para ti.

Acepta la sencillez del entendimiento, lánzate a la existencia con los ojos cerrados, creyendo en la reconstrucción de una vida nueva, porque lo imposible se hizo posible en Jesús.

Quien creyó en Cristo alcanzó esta Gracia, ¡¿quién es el que Cree?!

Salvado de por vida,

Fabiano Moreno.